
Así lo lo afirmó su abogado defensor. Para el juez hay pruebas de que el crimen fue realizado por el acusado con alevosía y el fin de quedarse con propiedades de la víctima, además se explayó en que elementos sostienen la imputación.
Este jueves Samuel Nuarte Bianchi declaró, pero ya no como testigo y empleado de Eyherabide, como lo había hecho en los días posteriores a que se encontrara el cuerpo en el dique Saladillo, sino como imputado por asesinar a balazos y arrojar el cuerpo del productor agropecuario a la mencionada represa. En su primer acto de defensa, el joven Nuarte Bianchi de 23 años, “dijo que es inocente”, según expresó su abogado. La información también cuenta que no habría podido dar explicaciones certeras a varias de las preguntas sobre qué hizo en los días en los que ocurrió el homicidio.
En la declaración indagatoria, además del joven, estuvieron presentes juez Ariel Parrillis, el defensor Aldo Giuliani y la abogada Adriana Algarbe en representación de Viviana Eyherabide, hermana de la víctima. Nuarte Bianchi fue indagado por homicidio, con dos agravantes: la alevosía y criminis causa. “En principio, se entendería que el hecho (homicidio) estaría relacionado con el objeto de consumar otro delito; la muerte como medio para desapoderar o quedarse con los bienes de la víctima”, dijo el juez Parrillis; “La alevosía está relacionada con el disparo a traición”, contó además.

En un principio los investigadores dijeron que Eyherabide había recibido tres balazos, el juez aclaró que, en realidad los disparos fueron dos, y que ambos se efectuaron por la espada. “Había una relación de confianza entre la víctima y el sospechoso. Entendemos que no hubo ninguna reacción de defensa por parte de la víctima”, consideró. Ampliando los detalles contó que no hubo lesiones de defensa en brazos o manos, o algún indicio de que la víctima haya intentado protegerse. Se piensa que el homicida actuó por sorpresa y que por esa razón Eyherabide no pudo defenderse de ninguna manera, “Uno de los impactos fue en la cabeza de donde se extrajo un proyectil calibre 38, el otro, fue en la espalda, a la altura de la escápula derecha, con orificio de salida a la altura de la nuez de Adán”, puntualizó el juez, lo que causó una severa hemorragia.
La investigación arrojó el dato de que el lugar del hallazgo no fue el lugar del crimen, se cree que a la víctima le dieron muerte en su campo, donde trabajaba el presunto homicida, que se encuentra ubicado “en Los Membrillos, partido de Totoral, Piedra Cuesta o el Cercadito, distante a unos 17 kilómetros al noroeste de Saladillo”, pormenorizó. “Es una casa ubicada en las sierras, una construcción de tipo ecológica, rústica, donde criaba algunos animales, como cerdos y pollos”, describió. En la propiedad encontraron manchas de sangre, sobre las que se hicieron pericias de ADN, con esta prueba confirmaron que la sangre era de Eyherabide. También hallaron elementos similares a los usados para amortajar al cuerpo del productor, como bolsas de arpillera que se usaron para cubrir la mitad superior del cuerpo y alambres con los que fue atado. Por el momento dos objetos son muy buscados pero no se han podido encontrar, el arma usada para el crimen y el celular de la víctima.
Hay probabilidad de que Nuarte Bianchi haya usado un arma de Eyherabide, hubo testimonios que el personal de Homicidios recabó que cuentan que el productor tenía un arma corta antigua con una funda marrón que sabía trasladar en la guantera de su camioneta. El imputado dijo que sabía que su empleador tenía un arma, pero que él no la vio nunca.

El juez también contó “En primer término, aparentemente es la última persona que estuvo con la víctima. Es quien aparece después con el vehículo de Eyherabide. Y hay algunos testimonios que refieren a que su patrón le había dicho que se fuera del campo y se llevara la camioneta”.
Según el imputado, a Eyherabide lo vio con vida por última vez el día 23 de Julio y que estuvo en el campo. Los investigadores establecieron que el joven volvió a la propiedad con un familiar en los primeros días de Agosto, algunas jornadas después de la fecha en la que se supone que ocurrió el crimen, en esa oportunidad carneó un chancho y se lo llevó pero no le llamó la atención la ausencia de Eyherabide ni que tampoco su perro se encontrara solo, ya que se dice que al productor siempre se lo veía acompañado del can. La investigación data la fecha del homicidio entre el martes 31 de Julio y el jueves 2 de Agosto.
El magistrado contó que aún le resta resolver si procesa al imputado y para eso todavía debe cerciorarse con prudencia sobre las pruebas en su contra.